En el episodio *“Will Goes a Courtin”* de El Príncipe del Rap en Bel-Air, Will y Carlton organizan una fiesta en la piscina, rompiendo así las reglas impuestas por el tío Phil, quien los demanda por incumplimiento de contrato. En el juicio, vemos las dos versiones de los hechos: ¿Fue el tío Phil un tirano? ¿Abusaron Will y Carlton de su confianza?
Ese episodio me recordó lo que ocurrió entre el maestro Daniel Pesina, también conocido como Johnny Cage de Mortal Kombat, y Midway. En esta entrega del newsletter veremos la versión de Daniel; en la siguiente, la versión de Midway y los creadores del juego. Quiero que seas el juez y me digas, cuando todo esté dicho, si se hizo justicia o no.
La versión de Pesina.
Desde hace más de cuatro años, dos amigos y yo hacemos un podcast de cine retro: *Cine Millonario Podcast*. Sale todos los viernes en donde consigas tus podcasts favoritos. En un episodio hablamos de *Mortal Kombat: Annihilation*. Mientras menos se hable de esa ofensa al cine, mejor. Pero lo interesante fue que tuvimos el privilegio de contar con un invitado de lujo: el maestro Daniel Pesina, ¡AKA Johnny Cage!
Pesina, un experto en artes marciales de ascendencia mexicana, dio la entrevista en español. Me sentía muy nervioso al hablar con uno de los ídolos de mi infancia, pero, por suerte, resultó ser un tipazo súper encantador. Mis nervios se disiparon al instante cuando noté su sentido del humor. Hubo un pequeño fallo de conexión, y cuando volvió a la llamada, lo primero que dijo fue: “¡ROUND TWO, FIGHT!”. Épico.
Hablamos poco de *Mortal Kombat: Annihilation*, porque Pesina estuvo muy dispuesto a contarnos historias del detrás de cámaras del primer juego de *Mortal Kombat* y su secuela. No fue solo un actor de *motion capture* que interpretó a Johnny Cage (y a Scorpion y Sub-Zero), sino también una pieza creativa clave en los conceptos del juego que hoy son icónicos. Es por eso que le duele tanto lo poco recompensado que fue su aporte.
Round 1
Pesina conocía a John Tobias, creador de *Mortal Kombat*, desde la adolescencia. Tobias era amigo de su hermano menor, Carlos Pesina. Los chicos solían entretenerse dibujando personajes de lucha en la mesa del comedor de la familia Pesina y soñaban con hacer películas de artes marciales. Daniel, quien participaba en esas sesiones, era fan del género y estaba comenzando a dedicarse profesionalmente a ello.
Los esfuerzos de Daniel como *stuntman* lo llevaron a participar nada más y nada menos que en *Las Tortugas Ninja 2: El Secreto del Ooze* (1992), interpretando a uno de los soldados del “Clan del Pie”. El joven especialista en artes marciales ya tenía un pie en la industria (nunca mejor dicho).
Tobias sabía todo esto, así que le pareció lógico pedirle ayuda a Daniel y a su hermano Carlos para grabar un *reel* de artes marciales que acompañaría unos *sketches* de personajes en un *pitch* que presentaría a sus jefes en Midway Games, donde trabajaba como artista. Su idea era crear un videojuego de pelea con personajes digitalizados.
John Tobias aportaba el diseño de los personajes y el *lore*. Daniel Pesina, como experto en artes marciales y geek de la mitología asiática, también se sintió motivado a hacer aportes. Cuando grabaron el primer *reel*, Tobias le dijo a Pesina que no había dinero para pagarle, pero que tendría la oportunidad de incorporar sus ideas al juego. Lo que hoy en día se conoce como: “te pagamos con exposición”. ¿Qué podría salir mal?
Uno de los aportes concretos de Pesina al *lore* de lo que más tarde sería *Mortal Kombat* fue que los ninjas del juego no se basaran en el trillado ninja japonés, sino en el ninja chino del clan Lin Kuei. Pesina, quien tenía el libro *Art of the Vagabond* sobre esa mitología, ayudó a Tobias a crear incluso el aspecto de esos personajes. Visualmente eran más originales que los ninjas de ropa negra de toda la vida.
Los jefes de Midway, incluido Ed Boon, manager y programador, vieron el *reel* y las ilustraciones que presentaron Tobias y Pesina en una reunión de *pitch*, pero decidieron pasar del proyecto. En cambio, querían producir un juego basado en la película *Universal Soldier*, protagonizada por Jean-Claude Van Damme. No sería un juego de peleas, sino un *beat-em-up*. Finalmente, las negociaciones con Van Damme se desvanecieron. Según le dijo Tobias a Pesina: “Van Damme quería dinero, ¡y esta compañía es miserable!”.
Con la idea de un juego de peleas nuevamente sobre la mesa, la técnica de personajes digitalizados se retomó. Se asignó a Ed Boon como programador del proyecto, y así nació la dupla Boon-Tobias que cualquier fan de *Mortal Kombat* conoce a día de hoy (y cualquier fan de Noob Saibot, por supuesto). Lo que tal vez no sepas es que Daniel Pesina también estuvo involucrado en esas reuniones creativas.
Round 2
Durante varios días, de 8 a 10 horas diarias, Daniel Pesina, su hermano Carlos y John Tobias se dedicaron a grabar movimientos de artes marciales en un set con poca ventilación (si es que se puede llamar así a una especie de trastero lleno de muebles viejos). Lo limpiaron un poco, lo iluminaron lo mejor que pudieron y grabaron con la cámara del padre de John. Hay que recordar que en este punto ya hablamos de una producción de Midway, así que, sin duda, era una compañía miserable.
Fue un proceso totalmente experimental y engorroso. Cuando Pesina hacía un movimiento, corría a la cámara, retrocedía la cinta y decidían en ese momento si algo funcionaba o si debían hacer cambios. Estaban creando el lenguaje del siguiente paso evolutivo del juego de pelea y les estaba costando mucho. Aun así, sabían que estaban ante algo único.
Durante esos días se generaron grandes elementos diferenciales de *Mortal Kombat*, como el momento en el que Pesina y Tobias descubrieron que al personaje moribundo había que hacerle un movimiento final o *fatality*, como lo conocemos hoy.
Ed Boon empezó a visitar el set días más tarde, cuando se dio cuenta de que los empleados de Midway se motivaban con las imágenes que los chicos traían de un armado del juego a modo de prueba. A Pesina le hacía gracia que Boon se animara a ofrecer ideas en ese punto, cuando ya se veía que el juego prometía, y bromeaba: “Si tanto le gustaba el concepto, ¿por qué no lo eligió en lugar del juego con Van Damme?”.
Pesina continuó contándonos una gran cantidad de detalles, como cuando se le ocurrió utilizar una especie de escalón para mantener a los actores en posiciones que serían imposibles de realizar sin ayuda, como el movimiento “Supermán” de Raiden (Carlos Pesina), por ejemplo.
Pero la mejor anécdota de Raiden es que, cuando Carlos se encontraba en esa incómoda pose, “se machucó sus bolas” (palabras de Daniel) y pegó ese grito tan característico del dios del trueno. Los que estaban en el set se partieron de risa y siempre lo imitaban. A la hora de hacer los sonidos del juego, tenían que incluirlo. ¡Si tienes una interacción incómoda con alguien, cuéntales esta anécdota para romper el hielo!
Como puedes leer, la entrevista nos regalaba puro ORO. Nos quedaba claro que Daniel Pesina se entregó completamente al proyecto de *Mortal Kombat* con la ilusión (o ingenuidad, según lo quieras ver) de quien regala su creatividad y esfuerzo a algo que vale la pena ver en su mejor versión.
Pesina, además, se encargó de reclutar a otros artistas marciales para interpretar al resto de personajes, como Rich Divizio (Kano), Ho Sun Pak (Liu Kang) o Elizabeth Malecki (Sonya). Al haber pulido la técnica de grabación, también sirvió como coordinador de *stunts*, rol que llevaría al siguiente nivel en *Mortal Kombat II*.
*Mortal Kombat* fue todo un éxito, uno de los juegos más impresionantes que podías ver en un arcade. Se convirtió, sin miedo a la hipérbole, en todo un fenómeno de masas. Destapó el debate sobre la violencia en los videojuegos, que llegó hasta el Congreso de los Estados Unidos. Las versiones para consolas vendieron millones de copias, y las revistas de videojuegos exhibían constantemente a los personajes en sus portadas. La figura de Johnny Cage adornaba el gabinete del arcade.
Pesina nunca fue compensado como debía.
Round 3
Cuando *Mortal Kombat* estuvo terminado y Pesina tuvo la osadía de exigir un bono en su pago, desde Midway le dijeron que “eso habría que verlo” porque el juego tendría un lanzamiento pequeño, “unos 200 gabinetes de arcade”. La realidad era que se habían preordenado 10,000 unidades. Tampoco se le habló de las conversiones para consolas, por las que tampoco tuvo ningún tipo de compensación por incluir su imagen. Se le dijo que “para *Mortal Kombat II* eso cambiaría”.
Pesina interpretó a Johnny Cage y a los ninjas de nuevo en *Mortal Kombat II* (1993). Se habría incrementado su pago como actor, pero la compensación como cocreador todavía no llegaba. “Más adelante lo veremos”, le seguían diciendo desde Midway. De nuevo, la secuela fue un éxito aún mayor que el original. El mundo del gaming estaba en plena *Mortal manía*. Había llegado finalmente su momento. Cuando Pesina intentó—ahora sí—recibir una compensación justa, le dijeron: “Ok, enséñanos algo firmado por nosotros donde prometimos lo que nos pides”.
Aquellas palabras que dijo Tobias tiempo atrás resonaron con demasiada fuerza: “Esta compañía es miserable”.
Eso fue demasiado para Daniel. Se despidió en malos términos de Midway y rompió relaciones con Ed Boon y John Tobias (este último dolió más por ser amigo suyo de toda la vida). Y es que ellos eran quienes pudieron haber salido en su defensa en ese momento: fueron testigos de sus evidentes aportes y eligieron dejarlo de lado. Pesina demandó a Midway y a Acclaim (quienes llevaron el juego a consolas) por uso indebido de su imagen. La demanda no prosperó.
Para *Mortal Kombat 3*, otro actor interpretó a Johnny Cage (también cambiaron a Liu Kang y a Sonya). Sub-Zero se quitó la máscara, los ninjas eran robots y, básicamente, el juego se convirtió en una parodia de sí mismo. Pareciera que la ausencia de Pesina afectó la calidad de la segunda secuela.
Traicionado, Pesina espera pacientemente el día en que pueda lograr que se le retribuya lo que merece. Y esto va más allá de una compensación para él, porque Pesina sabe que, si alguno de sus compañeros de los dos primeros *Mortal Kombat* demuestra su rol de cocreador de las técnicas e ideas que hicieron icónica a esa franquicia, todos deberán ser reconocidos.
Cuando llegue ese día, NetherRealm Studios, Ed Boon y Warner Brothers (los dueños de la IP) deberán preparar sus chequeras. Porque ¡NADIE se mete con Johnny Cage y sale con los testículos intactos!
Cuando acabó el podcast, seguimos inmediatamente a Daniel en las redes sociales y sentí un gran gusto de verlo en su gimnasio entrenando con armas de ninja. Pero también sentí la gran tristeza de lo injusto que es el mundo en el que vivimos.
En la siguiente entrega de este newsletter veremos la otra cara de la moneda.
Esperando la siguiente entrega, muy buena historia!