Todos mis recuerdos de la era Atari son difusos, están en esa parte de mi cerebro a la que todavía accedo de vez en cuando. Comparten sitio con E.T, ceniceros en los aviones, suelos alfombrados, acabados de madera en aparatos electrónicos y el olor al plástico de He-Man y compañía.
Los gamers más veteranos suelen presumir de haberse iniciado jugando Atari. Cuando pienso en Atari viene a mi memoria alguna sesión de Space Invaders o Pitfall en la casa de mis primos. Recuerdo píxeles como bloques que desesperadamente intentaban parecerse a algo, sonido distorsionado que irritaba al oído y dificultad extrema que se intensificaba con un control de joystick demasiado grande para mis manitos de niño de 5 años.
Es por eso que varios años más tarde, en los 90s, la existencia del Atari Jaguar fue para mí algo muy extraño, un recuerdo del pasado que se te aparece de la nada y te ataca con sus garras de 64-bits. ¡Una marca de los 80s que parecía llegar con tecnología traída del futuro! Algo así como el Terminator 2 de las consolas. No podría fracasar ¿verdad?
Un clásico
No todo el mundo sabe que a diferencia de la mayoría de las grandes empresas de videojuegos, Atari nació en Estados Unidos. Específicamente en Sunnyvale California, en el año 1972. Su historia como empresa es realmente complicada, pasando de mano en mano a lo largo de las décadas y siendo parcialmente culpable del “crash” de los videojuegos de 1983.
A principios de los 90s Atari quería recuperar su status de gigante de la industria. Después de todo, fueron los creadores de Pong, considerado el primer videojuego popular, ¡su logo salía en la película Blade Runner por todos los santos! Pero se venía la “Tude era”, debían desechar esa imagen de videojuegos de antaño y competir agresivamente con Nintendo y SEGA en la guerra de consolas.
Es gracioso que los juegos de Atari se consideraran casi prehistóricos y solo 10 años antes dominaban la industria. El tiempo en esas épocas sin duda se medía de otra forma. En un ejercicio de relatividad casi Einsteiniana cualquier videojuego que tuviese dos años o más ya era considerado obsoleto mientras que ahora un juego de hace 10 años como “Grand Theft Auto V” es venerado y se sigue jugando por millones de personas.
Bit by Bit
Más que guerra de consolas debería haberse llamado la “Guerra de los bits” porque el número de bits fue la herramienta de marketing mas poderosa que existía para ponerte por delante de tus competidores.
Atari sabía que si quería dominar de nuevo el mercado de los videojuegos tendría que sumarse a esa carrera armamentística de bits. Reclutaron al equipo de Flare Technology para que desarrollaran dos prototipos: una consola de 32 bits (nombre código: Phanter) que compitiese con el Génesis/Súper Nintendo y otra de 64 bits que saldría más adelante (nombre código: Jaguar) Se estaban blindando para el futuro ¡A bits no les iba a ganar nadie eso estaba claro!
Ambas consolas se desarrollaron en paralelo, pero el desarrollo del Jaguar avanzó mucho más de lo esperado. En 1991 desde Atari tomaron la decisión de desechar el Panther e ir CON TODO a la guerra de consolas como diciendo “¡vamos a aniquilar a todos aquellos que nos llaman viejos con bits de destrucción masiva!”
Sacando Garras
En agosto de 1993 en el Chicago Consumer Entertainment Show se veía lo último de lo último en cuanto a tecnología: Laserdics, Videofonos, Mini-Disc, y el Atari Jaguar. Sam Tramiel - presidente de Atari- condujo un reveal impresionante. Se mostraron gráficos de “alta definición” que dejaban por los suelos a cualquier cosa que se veía en la competencia. El plato fuerte: el Jaguar tenía capacidad para generar polígonos 3D texturizados que superaban con creces lo que vimos en Starfox de Súper Nintendo. Tramiel estaba plenamente confiado en la capacidad del Jaguar para pasarle por encima a las consolas de 16 bits. El enemigo real era la siguiente generación de 32 bits.
El haber dado el salto a una consola de 64-bits le dio a Atari una ventaja de marketing envidiable, podían alardear de ser los primeros en llegar a ese codiciado número de bits. Se estarían saltando una generación completa. Atari tenía todo para resultar vencedora, incluso con ese extraño control lleno de teclas que parecía una calculadora.
Aunque no todo fue un camino de rosas. En la presentación del Consumer Show, Tramiel hizo especial esfuerzo en negar las acusaciones del astuto Trip Hawkins -presidente de 3DO- quien se estaba encargando de lanzar una sentencia sobre el Jaguar. Hawkings sostenía que la consola de Atari no era realmente de 64-bits.
Los 64-bits de Schrödinger
Debajo del capó del Atari Jaguar hay varios chips, los dos más importantes eran chips de 32-bits llamados “Tom” y “Jerry”. Tom se encargaba del procesamiento gráfico y Jerry del procesamiento de sonido. Ambos chips estaban controlados por un chip Motorola 68000 de 16-bits. Para resumir todo este balbuceo técnico: dos chips de 32 bits no equivalen a que la consola sea de 64-bits y si encima son controlados por un CPU que no era más rápido que el del SEGA Génesis - ¡de hecho era el mismo!-, vamos a tener problemas.
Atari no iba a dejar que los chismes arruinaran su lanzamiento. Negaron esos estúpidos rumores y contestaron que la arquitectura del Jaguar tenía 64-bits porque Tom y Jerry tenían salida al CPU en una ruta de datos de 64-bits. Sea ud el juez.
La complicada arquitectura del Jaguar con todos esos chips supuso un problema para Atari en una situación muy similar a la que sufrió el Saturn. Muchos desarrolladores no supieron sacarle provecho a la consola y otros tantos se limitaron en trabajar solamente con el CPU de 16-bits (es por esto que tantos juegos de Jaguar parecen de SEGA Génesis)
Do the Math
La campaña del lanzamiento del Jaguar fue totalmente agresiva y enfocada completamente en los 64-bits. Con toneladas de Tude incitaban al consumidor a “sacar cuentas” prácticamente llamándote tonto si no te comprabas la consola.
Además, costaba $249, un precio súper competitivo para la época. ¡Pero espera! ¡Hay más! En el siguiente año podrás adquirir el periférico Jaguar CD, un módem y los más increíble de todo ¡Un casco de realidad Virtual! El primero para una consola. Todo suena espectacular.
Se hizo un lanzamiento controlado del Jaguar en Nueva York y San Francisco donde se vendieron todas las unidades. Cuando se intentó vender la consola a nivel nacional Atari se encontró que era imposible fabricar suficientes Jaguars, por un lado no tenían el músculo económico para ello y por otro una escasez de componentes por parte de IBM (uno de los fabricantes) hizo que la ambición de competir contra Nintendo y SEGA se esfumara. Además, había otro gran problema.
¿Cuál fue el verdadero problema entonces? Pues lo que pasa en TODOS estos casos. No había juegos buenos. Siendo justos, los primeros juegos que salieron sí llamaron la atención, hubo dos o tres de ellos que incluso se consideran joyas, pero en general el Jaguar nunca tuvo un Killer app que vendiera consolas y aún si lo hubiese tenido, no estaban en capacidad de satisfacer la demanda. Sam Tramiel sufrió un infarto después de tanto stress. No murió, pero sin duda fue un soldado caído en la guerra de los bits.
Algunos de los juegos más conocidos del Jaguar:
Cybermorph: Terrible juego de naves, aburrido, con una “asistente virtual” atorrante que no paraba de decirte “where did you learn to fly?” Como sus gráficos eran 3D -y eso era heroína para los gamers- se le dio un pase.
Doom: Era Doom y en 1993 eso era suficiente. ¡El juego ni siquiera tiene música! (¿¿Qué pasó ahí Jerry??)
Checkered Flag: Copia barata de Virtua Racing. Puso en evidencia que el 3D en el jaguar no sería su fuerte. (¡Tom tampoco hacía muy bien su trabajo!)
Alien vs Predator: Fue bastante popular, era un juego exclusivo para el Jaguar. Corría ultra lento, pero oye, había algunos polígonos texturizados por ahí. Vamos a darle un pase también!
Tempest 2000: Remake 3D de un popular juego de Arcade de Atari. Es considerado de lo mejor que ofrece la consola. Faltaron unos 30 juegos así para que no estuviésemos hablando hoy en día del jaguar en tono de burla.
Rayman: Un juego de plataformas muy original y colorido. Brevemente fue exclusivo para el Jaguar. Rayman es la prueba de que la consola era bastante poderosa para producir gráficos 2D, el público simplemente quería otra cosa.
El principio del fin
Después de ese inicio prometedor la cosa fue cuesta abajo. Los juegos simplemente no eran 4 veces mejores que lo que veíamos en las consolas de 16-bits. Recuerdo las reviews de juegos de Jaguar en las revistas donde simplemente no se entendía cómo una consola de 64-bits podía producir juegos tan feos, lentos y aburridos. La salida del Playstation y el Saturn fue el disparo final que convirtió al Jaguar en una alfombra frente a la chimenea. En resumen: Seguimos el consejo de Atari, sacamos las cuentas y no nos daban.
Y ¿qué pasó con la realidad virtual? Se había prometido que saldría en 1995 y sería la competencia del Virtual Boy, pero tal periférico dependía del éxito del Jaguar. Se estaba desarrollando un juego “Missile Command 3D” que finalmente se canceló. Otro ejemplo más de la realidad virtual prometida pero no cumplida. Un golpe duro para los que soñábamos con ser Keanu Reeves en “Johnny Mnemonic”.
El otro periférico prometido que SÍ salió al mercado fue el Jaguar CD, cuando Atari se dio cuenta que los gamers pedían a gritos tecnología de CD en sus consolas tal vez fue demasiado tarde. La estrategia no era mala: bajaron el precio del Jaguar a 99$ y con este periférico de 150$ obtendrías una consola de 64-bits con unidad de discos. De nuevo ¿acaso no sabes sumar? Con tan solo 15 juegos disponibles y el Playstation arrasando en el mercado ese último esfuerzo de Atari para aferrarse a la relevancia también falló estrepitosamente. Tampoco ayudó que el Jaguar CD se parecía demasiado a un inodoro y fue objeto de burla.
De la selva al odontólogo
El Jaguar se discontinuó en 1996. Tras unas terribles ventas (150.000 unidades en total) Atari abandona el mercado de las consolas y fue comprada por Hasbro. En una muestra de ¿altruismo? a la memoria del Jaguar, en 1999 deciden liberar los derechos de licensing para que cualquier programador pudiese lanzar juegos si lo deseaban. Así que ya sabes, si te animas puedes crear tu propio juego de Jaguar CD y demostrarle al mundo el verdadero potencial de la consola, puedes hacerlo.
Nota curiosa: Años más tarde se vendieron los derechos del molde del Jaguar a una empresa odontológica y terminó sus años como una cámara intradental. ¡El Jaguar vive! (En la consulta de algún dentista)
En conclusión, la historia del Atari Jaguar nos enseña que por más agresiva que sea tu estrategia de marketing y mandes a los demás a sacar cuentas, tal vez deberías ser tu el primero que “does the math” antes de lanzarte al mercado sin juegos buenos -y no valen 3 o 4- que a fin de cuentas es lo único que le interesa al mercado.
Estás como que empeñado en relatar el caborrismo histórico del gaming que viviste o desarrollando una hemeroteca histórica de los culazos de la industria, esos que enumeré en este artículo hace unos años:
https://www.ruraltex.org/2019/08/game-vault-console-culazo.html
Como siempre, buen relato, siempre hay un detalle que no sabía, como lo del "final odontológico" del Jaguar.
Genial como siempre. La historia de los videojuegos me apasiona, pero Atari especialmente por ser la plataforma con la que me inicié, la primera compañía que conocimos muchos en ese nundo. De paso el logo y el nombrr aun me encantan, hasta t-shirts tengo y en aquella época recuerdo tener un cinturón con hebilla del logo, imaginate el nivel de nerd al que uno aspiraba ser y no era, jaja.